domingo, 20 de diciembre de 2009

Los sentimientos de los bailarines




NIJINSKI




Vaslav Nijinski pertenece a la leyenda de los grandes artistas locos hurtados de su arte por la locura. Fue un gran bailarín ruso, tan excepcional, que mereció ser llamado dios de la danza.






En 1909, después del estreno del ballet Les Sylphides, Nijinski fue nombrado dios de la danza en París. Pocos años después, traspuso el umbral del ballet clásico para crear la danza moderna. Lo que actualmente apreciamos como danza, no sería sin que hubiera existido Nijinski.




¿Quién era este dios de la danza meteórico, que a la edad de veintinueve años ingresó en el silencio y la inmovilidad de la vida en el manicomio donde sobrevivió durante treinta años? La última vez que Nijinski estuvo en escena con los Ballets, fue en América del Sur, en la ciudad de Montevideo, en 1917. Además de bailar y crear coreografías, Nijinski inventó una notación coreográfica y escribió un libro: Sentimiento, mal llamado Diario. Lo escribió durante las seis semanas y media que fueron la víspera de su oscuridad manicomial.




Sentimiento se ha clasificado como el testimonio de un gran artista en el momento de internarse en la esquizofrenia. Desde esta perspectiva, es un libro considerado ilegible. Sin embargo, hay algunos, no muchos, hasta donde tengo noticia, que se han dejado sorprender por él, como por ejemplo Henry Miller, quien lo integra en su lista de los cien libros que más lo influyeron.




Hallé dos herramientas de lectura para transitar por Sentimiento. En el célebre ensayo de Edwin Denby acerca de las fotografías de Nijinski, encontré la expresión “ser imaginario” para decir cómo incorporaba Nijinski los personajes que hizo. Usar “ser imaginario” en lugar de “personaje”, quiere introducir en esta lectura otra consistencia, puesto que los personajes de Nijinski eran bailantes.


La otra herramienta de lectura es “cuerpo bailante”, expresión tomada de las Early Memoirs de Bronislava Nijinska, libro medular para leer Sentimiento. “Cuerpo bailante” es una manera de referirse al cuerpo que por ser distinta de otras, ilumina el cuerpo de otra manera. Estas dos herramientas quieren ayudar a descifrar una expresión enigmática de Nijinski: “representar el sentimiento”.




Dejarse guiar por un enigma para leer involucra el psicoanálisis porque se trata de un instrumento de lectura que por desprender los significantes de su lugar en el código, por poner en juego una hipótesis como es la del inconsciente, permite reconocer términos exclusivos de cada texto, incluidos, por lo menos algunos, de los que son considerados ilegibles, o en otras palabras, locos, término mucho más amplio y libre de ruido que “esquizofrénico”. El seminario concluirá en un punto y seguido porque es un trabajo en curso. Ni otra biografía, ni lo que se conoce en psicoanálisis como fábrica de caso, sino solamente un testimonio de: ¿una lectura posible de Sentimiento?

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